Autor: Actualidad Ganadera
Cada 28 de septiembre, desde el año 2007, se celebra en nuestro país el Día Mundial Contra la Rabia, reconocido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y La Organización Mundial de la Salud (OMS). Este importante efemérides constituye un hito para las organizaciones y gremios dedicadas al cuidado veterinario de distintos animales de crianza susceptibles a esta enfermedad, entre ellos el ganado bovino.
Etiología
La Rabia es una enfermedad infecciosa producida por un virus, la cual se caracteriza por ser grave y mortal, ya que afecta al Sistema Nervioso Central (SNC) de todos los mamíferos, incluido el ser humano. Taxonómicamente, el virus de la Rabia pertenece al grupo ARN virus, orden Mononegavirales, familia Rhabdoviridae, género Lyssavirus y serotipo/genotipo. La Rabia ha sido reconocida desde hace siglos, pero no es sino en 1880 cuando el trabajo realizado por Louis Pasteur identifica un virus como la causa de la enfermedad (OIE, 2014).
La Rabia está presente en todos los continentes, excepto en la Antártida. Algunos países han puesto en práctica medidas de vigilancia y control que les han permitido erradicar la enfermedad. En otros países, sin embargo, la enfermedad sigue siendo endémica y sus principales hospedadores son los animales salvajes (OIE, 2011).
Diseminación de la rabia bovina
El virus rábico, al ser inoculado al bovino por vía subcutánea o intramuscular, como sucede naturalmente por una mordedura, se replica en forma local en los miocitos que amplían la diseminación a las uniones neuromusculares y ejes neurotendinosos; se disemina por flujo retrogrado (centrípeto) del lugar de inoculación al SNC por el axoplasma de los nervios periféricos, pudiendo permanecer tiempos más o menos largos, sin propagarse en el lugar de la inoculación (Calero & Caresani, 2005).
Los signos clínicos de la Rabia en los animales varían dependiendo del efecto del virus en el cerebro. Los signos característicos incluyen cambios repentinos en el comportamiento y parálisis progresiva conducente a la muerte. Sin
embargo, en algunos casos, un animal puede morir rápidamente sin haber mostrado signos clínicos significativos (OIE, 2014).
Diagnóstico de laboratorio
No hay hasta el momento una prueba de diagnóstico de laboratorio concluyente antes de la muerte de un animal enfermo que expresa los resultados absolutos. Sin embargo, hay procedimientos de laboratorio estandarizado internacionalmente para las muestras colectadas post mortem de los animales sospechosos de Rabia humana. Las técnicas de laboratorio se aplican preferentemente en el tejido extirpado del SNC. Fragmentos hipocampo, tronco cerebral, el tálamo, la corteza, cerebelo y el bulbo raquídeo son considerados tradicionalmente como elección de material (PNCRH, 2005).
Control de poblaciones de vampiros
Las técnicas de intervención de los vampiros se conocen desde los años 70 y están basadas en el resultado de los estudios sobre el comportamiento de estos, especialmente en lo que se refiere al aspecto de la limpieza que efectúan los vampiros de su cuerpo, para lo cual emplean las garras y la lengua (Flores, 2008). El control consiste en colectar un número reducido de vampiros, mediante redes alrededor de los corrales con ganado, aplicar sobre el cuerpo de los vampiros capturados un agente vampiricida de lenta acción (principalmente a base de warfarina) y liberarlos para que ellos regresen a sus refugios y contaminen por contacto directo a los demás de su misma especie, para que posteriormente al hacerse la limpieza del cuerpo ingieran el compuesto, qua más tarde les causara la muerte (Flores, 2008).
Para las técnicas de tratamiento de vampiros, es importante que todo el personal de granja, corral o potrero este vacunado contra la rabia y se constate el nivel de anticuerpos, esto con la finalidad de saber la respuesta inmunológica de la persona contra esta enfermedad, además de estar cuidadosamente capacitado y adiestrado en las técnicas de control, manejo e identificación de murciélagos y vampiros (Jiménez & De la Torre, 2006).
En caso de sospecha de rabia bovina se debe notificar a la brevedad la sospecha a la autoridad animal sanitaria en cada región (SENASA), debe ser realizada por el propietario, administrador o medico veterinario del predio, para iniciar una inspección oficial, tal como lo establece el manual de acción de Senasa Perú. “Toda persona natural o jurídica estará obligada a notificar cualquier sospecha, indicio diagnostico o presencia de las enfermedades que se presenten en los animales propios, ajenos vivos o muertos”, este fragmento hace referencia a la lista de las enfermedades de declaración
obligatoria basada en la OIE, dentro de la que se encuentra la Rabia.
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