Fuente: Ganadería
Hasta el 18 de noviembre, el gobierno neozelandés escuchará los argumentos de los productores para la implementación de un sistema de gravámenes, encaminado a reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en el sector agroalimentario.
Con miras a reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en el sector pecuario, el gobierno de Nueva Zelanda anunció que para 2025 implementará un nuevo impuesto para los ganaderos, con base en las cabezas que integren sus hatos.
Para ejecutar el llamado “Sistema de fijación de precios de emisiones agrícolas”, las autoridades de este país adelantaron que sostendrán diferentes reuniones con los productores locales, esto con la finalidad de contar con la información suficiente para elaborar la propuesta.
Más de 50% de las emisiones GEI, tienen un origen agroalimentario
Jacinda Ardern, Primer Ministro neozelandés, destacó que con esta iniciativa, los ganaderos locales se verían beneficiados de participar en la primera estrategia de este tipo, a nivel global.
La información gubernamental indicó que en este país, más de 50% de las emisiones GEI totales, es decir, dióxido de carbono, óxido nitroso y metano, son generadas por el sector agroalimentario, incluyendo los gases, orina y estiércol de bovinos y ovinos.
De acuerdo con cifras del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), la población humana en la nación oceánica ronda los 4.7 millones de habitantes, mientras que el hato ganadero está compuesto por más de 10 millones de cabezas.
Por medio de un comunicado, las autoridades adelantaron que los impuestos recaudados —y que aún no han sido definidos— serían redirigidos a la industria agroalimentaria para la implementación de investigación y nuevas tecnologías, así como para el pago de incentivos a los productores.
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