Gabriel Gualdoni : Consultor

¿Qué entendemos por sustentabilidad?

Es aquello que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras”, así lo especificó la ONU. Y esto requiere tener en cuenta tres ejes principales:

• Económico. La empresa debe generar rentabilidad para sus accionistas o dueños, como, también, recursos para reinvertir y sustentar su crecimiento.

• Social. Debe generar un beneficio a la sociedad, otorgando productos, servicios, fuentes de trabajo y pago de impuestos, que sustentan a los estados.

• Ecológico. Preservar los recursos naturales y el medioambiente para asegurar la sobrevivencia de la especie.

Habiendo aclarado esta definición miremos un poco la historia de la relación entre el hombre y el trabajo. En el siglo XIX, el 80% de la población vivía en el campo para alimentar al 20% que vivía en las ciudades. Hoy el 2% vive en el campo, los cuales alimentan al 98% que vive en la ciudad.

Únicamente el 20% de las personas que trabajan en la ciudad utiliza su fuerza física, esto nos reta a pensar en cuál es el futuro del trabajo y cómo podemos hacer que nuestra industria sea atractiva a las nuevas generaciones.

Hoy conviven en nuestras empresas tres generaciones muy distintas:

  1. Análogos
  2. Generación X
  3. Generación Y
  4. Generación Z

Cada una con sus necesidades y motivaciones. No voy a entrar en el detalle de cada una pero, claramente, hoy la mayoría de los problemas de comunicación en los equipos de trabajo tienen su origen en no entender:

• Sus necesidades
• Su relación con el trabajo
• Su relación con el uso de la tecnología
• Su relación con el reporte directo
• Su paciencia o impaciencia

La mayoría de los conflictos se originan de analizar los distintos perfiles desde nuestro modelo mental, como generación, lo cual no favorece a la empatía y construcción de liderazgo.

Para solucionar estos conflictos hay muchas herramientas individuales (autoconocimiento y reflexión) o grupales
(feedback, talleres) para mejorar la comunicación. Nuestra industria, asediada por otros problemas (de corto plazo),
generalmente, pone estos temas en un segundo plano y no los soluciona, esto trae como consecuencia: poca eficiencia,
malestar, pérdida de talentos y/o falta de compromiso en los equipos de trabajo.

Está más que comprobado que en los momentos de crisis es cuanto más tenemos que invertir en dar soporte a nuestros equipos y mejorar nuestros procesos internos.

¿Qué podemos hacer?

• Entender los canales de comunicación que ellos utilizan, sobre todo las generaciones más jóvenes. Son terriblemente dinámicos a la hora de utilizar distintos canales de comunicación. Nosotros los de la Generación X, por el contrario, nos
aferramos a lo que pudimos manejar y rechazamos ese cambio. Debemos tratar de adaptarnos y además entender que
canal utilizar para los distintos públicos y mensajes.

• Escucharlos, y no bajar la línea, sino preguntar para que se sientan parte de la decisión. Información es lo que les sobra, debemos buscar juntos la correcta y clara.

• Empatía; antes de emitir un juicio debemos ponernos en los zapatos del otro, quizá desde ahí entendamos un poco más y nos acerquemos a la solución.

• Feedback, lo necesitan de manera permanente; hay que tener en cuenta el momento, el ambiente y el mensaje final que debe ser de aliento.

• Festejar los logros cuando se alcanzan.

• Proyectos cortos, que se puedan medir, y que generen satisfacción individual y al equipo.

• Comunicación clara y consistente, esto muy obvio pero la mayoría de las personas no tienen en claro qué esperamos
de ellos, y esto es a veces lo más importante.

• Datos; dato mata relato, el manejo de la información nos permite tener una evaluación objetiva del trabajo realizado, muchas veces la respuesta es “no hay datos”. Tenemos que buscar una métrica aunque no exista en nuestra empresa, a veces podemos buscar datos de otra empresa, o de la industria para compararnos, pero hoy no hay excusa.

Ambiente de comunicación

• Eliminar ruidos, está en nuestra naturaleza la habladuría (rumores, chismes), la cual explico como: compromiso + falta de claridad en la comunicación + tiempo libre. Esta definición me gusta, ya que transforma algo que tiene una connotación negativa en una oportunidad de mejora, es decir hay chismes o rumores, como primera causa, porque a las personas les interesa su trabajo y su equipo, pues al no tener una información clara y tiempo disponible poseen más oportunidades de imaginar cosas.

Todo esto se revierte con objetivos claros y buenos HÁBITOS DE COMUNICACIÓN.

• Generar el hábito de la comunicación, para lograrlo debemos instalar un ejercicio (ejemplo: reunión semanal), para
hacerlo, en un principio, debemos lograr que este se repita y que los que participen le encuentren valor.

• Confirmar la recepción, después de terminar cada comunicación debemos reconfirmar qué entendió la contraparte,
y si se puede acordar un plan en conjunto.

Conclusión

Las personas son el corazón de todos los equipos de trabajo, hoy tenemos muchos desafíos y grandes oportunidades de mejora en la construcción y soporte de equipos de alto desempeño. Tenemos que poner foco en ello, entiendo que el día a día nos mata y es muy difícil, en nuestro contexto, poner atención a ellos, por eso, muchas veces, la ayuda de un soporte externo que genere e instale hábitos positivos es una inversión altamente rentable.

Nuestra industria está preocupada por lograr el máximo performance, y ese es un gran objetivo, pero no lo lograremos sino comenzamos a pensar en la gente que lo ejecuta.

De qué vale formular con aminoácidos digestibles, enzimas y aditivos que hacen a la sintonía final de la nutrición, si los procesos intermedios, como preparación y entrega de alimento están en casi todos nuestros establecimientos en manos de personas.

Una vez una persona que influyó mucho en mi trabajo me dijo: “nuestro desafío es que la fórmula del papel (o la computadora) sea la misma que llegue al animal” ¿De quiénes depende?

¿De qué vale invertir la mejor tecnología para dar confort a nuestras aves, si no tenemos la gente educada, motivada y consciente en el objetivo que tenemos en común?

¿De qué vale todo nuestro conocimiento, si no podemos transmitir a los jóvenes nuestras experiencias —porque no nos escuchan—?

La situación es preocupante pero estoy seguro que podemos encontrar la forma de hacer de nuestra industria un lugar para que ellos se sientan con la motivación y la responsabilidad de alimentar el mundo.

En definitiva es ¡nuestro objetivo! ¡Vamos por él! ¡Con la comunicación y la educación como bandera!.

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